Si el máximo mandatatario nacional ( no elegido democráticamente por supuesto sino por mandato divino) del grupo religioso que propugna la caridad como una de las grandes virtudes, ante el temor de que su grupo va a pagar impuestos como los demás, entra en pánico y reacciona diciendo que tal medida provocará que serán menos caritativos, algo huele mal. A mi la caridad siempre me ha olido muy mal, prefiero sin duda alguna la justicia y la igualdad.
Amigo mandantario, el pago de impuestos fomenta la redistribucción de la renta, no es el infierno, si le cobran a Vd. impuestos no pasa nada, algo ( muy poco) bajaran sus beneficios en sus inversiones en bancos, emisoras de radio y medios de comunicación... pero nada más.
Da Vd. muy mala imagen con esas reacciones descontroladas y lo que es peor, va a ir Vd. al infierno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario